domingo, 12 de septiembre de 2010

JUVENTUD EN TIEMPOS DE CAMBIO.

Newton de la Rosa. CpD.
La Descubierta, Provincia Independencia, República Dominicana, 12 de Septiembre 2010.- Quienes, pasado cierto tiempo de sus vidas, no han recitado con nostalgia los famosos versos del poeta Rubén Darío: ¡Juventud divino tesoro te vas para no volver Cuando quiero llorar, no lloro y a veces lloro sin querer. Cuando quiero llorar, no lloro y a veces lloro sin querer.!

Esta expresión deja muy claro que la juventud es una etapa en la que tenemos las manos y la mente llenas de sueños, y la vida toda está repleta de energía. Convertir todo eso en realidad, en hechos tangibles es el reto que nos desafía. Ya es tiempo que la sociedad entera se pregunte por las puertas que les abre o les cierra a los jóvenes para crecer y desarrollarse como personas, por los mecanismos que les brinda para integrarse de una manera efectiva a la vida productiva, por las opciones que les ofrece para participar activamente en la vida de sus comunidades.

La juventud es el relevo, es el anuncio del mundo futuro. Pero sólo podrá asumir ese rol y desempeñarlo a plenitud en la medida en que se prepare para ello, tanto desde el punto de vista de su formación humana como de su capacitación para el trabajo.

Decimos y creemos que la población de nuestro país es fundamentalmente joven. Esto significa que contamos con la esperanza del progreso porque la juventud tiene en sus manos todas las posibilidades para desarrollar un trabajo fructífero.

La juventud es un tiempo en que los seres humanos estamos en la plenitud de nuestras capacidades. Físicamente, contamos con la fuerza para echar a andar proyectos en los que hay que invertir grandes energías. Intelectualmente, estamos listos y abiertos para producir y captar las ideas y los conocimientos que se convertirán en proyectos que un día florecerán.

En ocasiones, adolescencia y juventud se asocian con personalidad conflictiva, con actitud contestataria e irracional, con negativismos caprichosos y con rechazo a todo lo que implica orden y aprecio por el pasado.
Es cierto que en la adolescencia y en la juventud la personalidad esta buscando una verdadera definición, que los jóvenes cuestionan los patrones establecidos y que tienen una actitud favorable hacia el cambio. Pero de ninguna manera significa que ser adolescente o joven implica el negar realidades y patrones que benefician la convivencia armónica y el bien común.

La mayoría de los jóvenes aprecia el legado que les han dejado sus mayores. Y trabajan con entusiasmo, fundamentados en su presente y su pasado, para crear y participar efectivamente en la construcción de un mundo mejor.

Tenemos una excelente oportunidad para que la sociedad renueve su fe en nosotros, en nuestra capacidad para hacer el transito que nos convertirá de jóvenes que hacen promesas fecundas en realidades tangibles.
Juventud no dejes que nadie te robe tus sueños, y tus convicciones la fuerza para el cambio está en nuestras manos, ya es tiempo de lanzarse y que la sociedad no nos deje a un lado por el simple hecho de ser joven.
Recuerda que los días se convierten en años, el cabello se vuelve blanco y el tiempo pasa, pero hay algo que nunca cambia tu fuerza y tu convicción no tienen edad y nadie las puede cambiar.

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